- Área de comunicación de Educación de Alte Brown
- 8 oct
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Actualizado: 9 oct
DEL 30 AL 5 DE OCTUBRE

En el corazón de Adrogué, comenzó la novena edición de la Feria Internacional del Libro de Alte. Brown (FILAB). Allí se encuentran la escuela y la comunidad, dialogan los textos escritos con las charlas abiertas, y el stream, se combina el juego con el aprendizaje y la memoria llama a las nuevas generaciones. Destacada con la visita de grandes figuras y voces de referencia en los debates de estos tiempos, esta fiesta de la palabra que también hace visible el poder transformador de una comunidad que participa en el gobierno local, junto a las Universidades y otras instituciones con anclaje territorial, convoca, abraza y desafía.
Por: Ivana Casas | Fotografía: Jose Cabrera

“Este evento ha sido empoderado por la comunidad toda. Sentimos que somos un mismo equipo que desde hace años venimos construyendo desde la Educación una comunidad mucho más solidaria, una comunidad que busca cada vez ser más equilibrada, que genera de verdad oportunidades, y eso lo hacemos juntos”, señaló el intendente Mariano Cascallares en sus palabras de apertura, y a partir de allí, agradeció a todos y todas quienes lo acompañaban.
No solo al subsecretario de Educación bonaerense, Pablo Urquiza; al embajador de Irlanda, Gerard Mc Coy; al cónsul de Italia, Massimo Palozzi; al agregado cultural de la Embajada de Paraguay, Rodolfo Serafina; y a la inspectora jefa allí presente, sino también a la representación de las escuelas —en un día feriado—, de las universidades del Conurbano, a los legisladores, a los representantes de las fuerzas de seguridad y de las fuerzas armadas, y al padre Héctor, ubicado en una tercera o cuarta fila, a quien felicitó especialmente por los 150 años de la Parroquia San Gabriel.

Sonrisas, charlas, abrazos y reencuentros abundaron en la previa entre funcionarios, trabajadores de distintas áreas, el personal municipal que se encontraba allí desde muy temprano poniendo lo que había que poner para hacer realidad semejante evento. Afuera, momentos antes del corte de cintas sonaron también las gaitas, haciendo sentir la presencia de la comunidad Irlandesa.
Docentes y alumnos alzaron bien alto las banderas argentinas, bonaerenses y brownianas cuando sonaron las notas del himno nacional, luego del corte de cintas protocolar. Un himno nacional tocado en vivo, por un grupo de docentes artistas y músicos, que en la previa habían calibrado la ansiedad de la espera en un auditorio Walsh repleto y expectante tocando y cantando clásicos de nuestro folklore como Celador de Sueños, la Chacarera amanecida, zambas y más tonadas.
El mediodía soleado y primaveral dio el marco de inicio ideal para el inicio de este evento esperado, planeado, que viene creciendo año a año y se encamina hacia su décima edición. “Un hermoso día, una mañana increíble para este doble festejo”, apuntó Cascallares aludiendo tanto a la apertura del evento, que se extiende toda la semana, como al aniversario aniversario 152° del propio partido de Almirante Brown.
“Este es un evento para los vecinos, son los verdaderos protagonistas”, subrayaron tanto el intendente como su secretario de Educación, Ciencia y Tecnología, Sergio Pianciola, y ambos entre sus agradecimientos destacaron el esfuerzo municipal, en especial de sus trabajadores y trabajadoras, y la cantidad de expositores que participan de la FILAB, un total de 54 stands.
Y cuando hablamos se habla de vecinos y vecinas, se habla de todas las edades y condiciones. Porque FILAB tiene espacios para las Infancias y también para la Tercera Edad. La accesibilidad es amplia para personas con movilidad reducida y también para personas con Transtornos del Espectro Autista (TEA) sensibles a los estímulos, ya que cuentan con un espacio denominado Punto Calma en donde se proveen auriculares de insonorización, juguetes para canalizar la ansiedad y otros objetos para disfrutar la visita a su ritmo.

“Estos espacios son el lugar de la Democracia, de la discusión de ideas, el saber y el conocimiento. Esto lo hacemos frente al desdén, a la despreocupación y al desinterés de un Gobierno Nacional que piensa que la industria del libro no es importante, que en las escuelas si hay libros bien y si no, lo mismo da”, destacó Pablo Urquiza, subsecretario de Educación bonaerense, en sus palabras de apertura.
“Un hecho político maravilloso, académico, participativo, colectivo, de motivación de todos los sectores”, definía al mismo tiempo Beto Solas, titular de Radio de la Facultad de Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, ante uno de los micrófonos y cámaras del espacio vidriado del Streaming, que da la bienvenida en la entrada de la imponente Feria, emplazada a lo largo y a lo ancho de la Plaza Alte. Brown.
En referencia al prócer que le da su nombre, agregó también que es un “símbolo de soberanía”. Y vaya que así se siente, como una forma propia de habitar el territorio y volverlo refugio ante tantas demostraciones de crueldad.
Frente al espacio vidriado del Streaming, se ve la carpa del Museo Malvinas, que propone un recorrido a través de imágenes y objetos palpables para aproximarnos a la vivencia de lo que fue la guerra, el hundimiento del crucero Belgrano, la rendición… heridas profundas que aún no cicatrizan, que están ahí y a veces pasamos por alto.
Si se continúa hacia el interior de la Plaza Brown se ve, al lado del Museo Malvinas, el auditorio de Ciencia y Tecnología, con experiencias atrapantes de juegos y actividades interactivas, a cargo de Exactas UBA en Acción. Enfrente de este auditorio, tiene su lugar la carpa de la Escuela Municipal de Guardavidas, donde estudiantes y docentes brindan nociones de Reanimación Cardio Pulmonar (RCP) y primeros auxilios.
A un lado del ingreso a la carpa principal, hay un “Patio de lectura”, en donde es posible sentarse cómodo y tomar prestado un libro a elección, como si fuera una biblioteca al aire libre.
Y entre estos dos espacios se encuentra el acceso al auditorio Rodolfo Walsh, el más importante en cuanto a capacidad y también por la particularidad de que todo lo que allí sucede - charlas, presentaciones, el show de cierre a cargo de Pedro Aznar- es posible verlo transmitido por el canal de la Secretaría de Educación, Ciencia y Tecnología de Alte. Brown.
Ya iniciando un recorrido dentro en la carpa central, se ve al frente, un puesto de informaciones; a la derecha, el stand de la Secretaría de Asuntos Docentes de Alte. Brown (SADAB), a la izquierda, dicen presente la Dirección de Bromatología, con información para prevenir enfermedades, junto al Centro de Operaciones Municipal (COM) encargado de prevención del delito, y Brown Verde, con su propuesta de educación ambiental.
Por la carpa central a la izquierda, se ingresa al auditorio Liliana Bodoc, en donde transcurrirán hasta el último día de la feria, conciertos, presentaciones, charlas, y destacados paneles.
En la carpa central, al fondo, se encuentra el stand de la Provincia de Buenos Aires, que exhibe las publicaciones de Ediciones Bonaerenses, mientras que si se continúa hacia la derecha, se ve el espacio de la Universidad Nacional Guillermo Brown (UNaB), una de las más jóvenes, pero que ya cuenta con sus primeros graduados y graduadas.
Y al otro lado, antes de acceder al espacio donde es posible encontrar las diferentes librerías y editoriales, una presencia permanente, necesaria y muy querida: la de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo. En su stand es posible colaborar con la compra de productos de la campaña Soy de Abuelas, que llevan adelante para reunir fondos necesarios para continuar con la búsqueda de más de 200 nietos y nietas que aún no llegaron a su verdadera identidad. La campaña se extiende hasta el 22 de octubre, instituido como Día Nacional por el Derecho a la Identidad, en honor a su lucha.
Desde el espacio en donde se encuentran los stands de libreros, se accede al auditorio Leonardo Salgado. Y si se traspasa la carpa de entrada hacia el centro de la plaza, en donde se levanta el monumento del Alte. Guillermo Brown, rodeando su figura, se puede ver la exposición de Tapas de Página 12 que nos permiten recapitular momentos destacados de los primeros “40 años de Democracia”.
Si se atraviesa ese centro, en la antesala del ingreso al auditorio Amelia Lapeyrière, se encuentran repartidos más stands de librerías.
Está claro que nadie, absolutamente nadie, puede perderse esta fiesta de la palabra y el encuentro, norte de las políticas educativas, desde donde se desafía con ideas el sentido común y se construye una sociedad más justa. Hasta el domingo 5 de octubre en la Plaza Alte. Brown, de Adrogué.








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