- Área de comunicación de Educación de Alte Brown
- 28 oct
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 12 nov
EL TRABAJO CONJUNTO CRECE Y SE CELEBRA

Esta novena edición de la FILAB contó con la destacada participación de los y las autoras locales, con actividades, charlas y talleres durante toda la semana. Pero también, con un encuentro muy especial: café, medialunas, palabras y una certeza compartida —que el trabajo conjunto se celebra y se sostiene en comunidad.
Por: Ivana Casas | Fotografía: Jose Cabrera

Los y las autoras locales tuvieron un lugar destacado en la Feria Internacional del Libro de Almirante Brown (FILAB). Stand propio, talleres, presentaciones, y sobre todo, ideas que circularon, se compartieron y seguramente seguirán germinando.
El sábado 4 de octubre fue el turno del encuentro. Un desayuno que ya se volvió tradición: un espacio de reconocimiento mutuo entre los y las autoras brownianas y el Ejecutivo Municipal. Lo que empezó hace casi una década como una reunión chica, “en el despacho del intendente”, hoy tiene el tamaño de una carpa llena de historias: el auditorio Liliana Bodoc, convertido por una mañana en café literario.
Participaron el intendente Mariano Cascallares y el secretario de Educación, Ciencia y Tecnología, Sergio Pianciola, quienes coincidieron en destacar el espíritu colectivo del evento. “FILAB la hacemos entre todos”, repitieron, reafirmando la convicción en políticas públicas que se sostienen y crecen, incluso en tiempos adversos.
“Esta es una excelente muestra de lo que puede surgir del mutuo apoyo entre el Estado y sus súbditos”, dijo con humor uno de los autores, desatando la réplica —también en broma— de Pianciola: “Piensa que vive en una tiranía, con súbditos”. Entre risas, alguien recordó el concepto de movilidad social ascendente, y la charla siguió fluyendo entre anécdotas, proyectos y mates.
El referente de autores independientes brownianos, Mariano Ritterstain, participó del desayuno con su clásico bombín y micrófono en mano —como se lo ve cada año recorriendo la FILAB—. Destacó los logros del grupo:
“Llegar a un montón de lugares. Si no existiera este espacio, estaríamos desparramados por ahí.”

Hablaba de los más de 60 autores y autoras que integran el espacio, entre la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) y el colectivo de autores independientes.
Como por ejemplo, Margarita Mac Leod, con sus trabajos sobre el Bullying, referentes de espacios populares, una autora que recibió el reconocimiento de su hijo: “Te felicito, Má. Ir a la Feria del Libro, es algo que te marca”.
Otra autora, psicóloga social, recordó una frase de Enrique Pichon-Rivière que resonó con el clima del encuentro:
“En tiempos de incertidumbre y desesperanza, es imprescindible gestar proyectos colectivos desde donde planificar la esperanza".
Un trabajador del CONICET también tomó la palabra: “Me emociona la presencia de tantos alumnos. Sin el Estado no se producen todos esos hechos, que parecen cotidianos, pero son muy profundos.”
La mañana avanzó entre agradecimientos, anécdotas y risas. Afuera, se preparaba la Orquesta Escuela, lista para llenar el predio con música y alegría.
Un sábado feliz. Un sábado para recordar.








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